viernes, 26 de septiembre de 2008

Mirando atrás, es difícil creer que estemos vivos (solo para mayores de 35 años)

Nosotros viájabamos en carro sin cinturones de seguridad y sin bolsas de aire.

No tuvimos puertas, armarios o envases de medicina con tapa a prueba de niños y anduvimos en bicicleta sin casco, sin contar con que viajamos de aventón (autostop).

Pasamos horas construyendo avalanchas (tablas con ruedas) para bajar por las pendientes y sólo entonces descubríamos que nos habíamos olvidado de ponerle frenos; después de chocar con algún árbol, aprendimos a resolver el problema.

Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día y regresábamos cuando se encendían las luces de la calle. Nadie podía localizarnos, no había teléfonos celulares. Nos rompíamos los huesos y los dientes y no existía ninguna ley que castigara a los culpables, eran accidentes; ni nadie a quien culpar sólo a nosotros mismos. Tuvimos peleas y nos caímos de boca muchas veces y aprendimos a superarlo. Comíamos dulces y tomábamos refrescos (gaseosas), pero no éramos obesos; compartimos las botellas de refrescos y nadie murió por ello. Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando.

No tuvimos Playstation, Nintendo 64, 199 canales de televisión, películas en cd, sonido surround, celulares, computadoras ni internet; nosotros tuvimos amigos. Quedábamos de vernos con ellos y salíamos. Ibamos en bicicleta o caminando hasta su casa y llamábamos a la puerta y nos íbamos a jugar allá afuera, nosotros solos en el mundo cruel. ¡Sin ningún responsable!... ¿cómo lo logramos..?

Jugamos con piedras, palos y balones de futbol improvisados; comimos semillas y aunque nos dijeron que pasaría, nunca nos crecieron en la tripa ni tuvieron que operarnos para sacarlas; y bebíamos el agua directamente de la llave sin embotellar.

En los juegos del colegio, no todos participaban en los equipos y los que no lo hacían, aprendieron a vivir con la decepción; sin consultar a un consejero escolar o psicólogo. Algunos de los estudiantes que no eran tan brillantes como otros, repitieron curso; no había exámenes extraordinarios.

Eramos responsables de nuestros actos y asumíamos las consecuencias, no había nadie que resolviera eso; la idea de algún padre protegíendonos si transgredíamos alguna ley era inadmisible.. ¡ellos protegían las leyes!!

Nuestra generación produjo algunos de los mejores innovadores, grandes inversionistas de riesgo, creadores de soluciones e inventores. En los últimos 50 años ha habido una explosión de innovaciones y de nuevas ideas. Tuvimos libertad, fracaso, éxito y responsabilidad y aprendimos a lidiar con ello.

Si tu eres uno de ellos, ¡felicidades!.. hay otros que no tuvieron la suerte de crecer como niños, antes de que los abogados y los gobiernos regulasen nuestras vidas, claro... para nuestro propio bien...

0 comentarios: